Natalia Federighi reside desde hace año y medio en Corea. - Foto: Ricardo Ordoñez (ICAL)
Obras Misionales Pontificias
y TRECE TV presentan este viernes, 22 de septiembre, a las 21:15h, un nuevo
capítulo de estreno del programa “Misioneros por el Mundo”, en el que ofrecerán
su testimonio tres misioneros que se encuentran en Seúl, capital de Corea del
Sur: un sacerdote mexicano y dos Carmelitas Misioneras de la diócesis de
Pamplona y Tudela.
El padre Ramiro lleva en Corea 24 años, es mejicano y
pertenece a los Misioneros de Guadalupe, que colaboran en la parroquia internacional
de Seúl, encomendada a los padres franciscanos, atendiendo a la comunidad de
habla hispana.
A esa comunidad pertenecen Carlos Peñafiel, embajador
de México en Corea, y Natalia Federighi, una burgalesa que es esposa del
embajador de República Dominicana, Federico Cuello. El embajador de México
destaca el aspecto martirial de la historia de la Iglesia en Corea, y subraya
que en este país, “la fe se ha construido con la sangre de los mártires” y que
hoy Corea “sigue siendo un lugar de misiones, donde hay mucho trabajo que
hacer”. Por su parte, Federighi, subraya lo importante que es “tener un
sacerdote misionero que nos ilumina cada domingo”. “Como burgalesa siempre
quiso ser misionera” ‒subraya‒, aunque luego descubrió que su misión era la
entrega a su familia, y en su día a día, “ser instrumento para construir el
Reino de Dios, en todos los sitios donde esté”.
La Catedral de Myeong-Dong fue construida hace unos
200 años por los misioneros franceses. El padre Ramiro explica que cuando
llegaron los primeros misioneros, la comunidad católica ya existía, de hecho
fueron los laicos que constituían esa comunidad los que solicitaron a Roma que
enviaran sacerdotes para atenderlos. Tal vez sea el sentido martirial de esta
iglesia el que haya suscitado en los fieles una gran devoción al rezo del Vía
Crucis; y también al rezo del Rosario, que como dice el padre Ramiro, sacan en
el metro para rezar con total libertad.
En el Santuario Nacional de los Mártires Coreanos se
encuentra la estatua al primer sacerdote coreano, San Andrés Kim
Taegon, que encabeza la lista de los 103 mártires de la persecución,
muchos de ellos decapitados en el mismo lugar donde se erige el Santuario. El
padre Ramiro dice que este es “un lugar santo para los coreanos, y muy unido a
su fe, que ha sido martirial” y añade que lo más maravilloso de estos mártires
es que “mueren perdonando, y mueren en paz porque saben a dónde van”.
En 1977, Mª Amparo Baquedano e Isabel Vidart llegaron
a Corea del Sur para iniciar la misión de las Carmelitas Misioneras en este
país. Estas religiosas, naturales de Navarra, han entregado toda su vida a la
misión entre los coreanos; ahora, pasados ya los 85, siguen allí, con algo
menos de fuerzas físicas pero el mismo entusiasmo del primer día.
Lo primero que hizo Amparo al llegar a Corea fue
aprender el idioma, pero luego tuvo que aprenderlo todo. Esta experta misionera
cree que los coreanos católicos “viven la fe muy profundamente”, a partir de
experiencias que le han tocado el corazón. Para ella, la misión es “ir al
mensaje de Jesús, a lo que Él nos enseña”. Por “ese Jesús”, confiesa Amparo que
lo dejó todo, pero a continuación relativiza esa renuncia diciendo que “Jesús
lo dejó todo por mí, murió por mí”.
Isabel se encuentra en un convento muy próximo del
aeropuerto, construido en los años 80, al que llaman “el pequeño Vaticano”. La
vocación misionera en Isabel surgió siendo muy pequeña, cuando en el mes de las
misiones, iban con las huchas del Domund pidiendo dinero “para que los chinitos
se bautizaran”. En Corea, Isabel “siempre ha sido feliz”, y aunque sabe que no
es su tierra, como misionera siente que todo el mundo es un poco suyo.
Todos los programas se pueden ver en el canal de
Youtube OMP en los medios.
NOTICIA DE OMPRESS-COREA (18-09-23)