Martín, nos has dejado heridos, mas con
una herida luminosa, colmada de vida.
Para nuestro querido párroco y amigo
Martín:
"Martín: Tú eras muy majo y nunca
olvidaremos tu cara tan alegre. Te has ido sin despedirte, pero vamos a pensar
mucho en ti.
"A todos nos ha afectado mucho,
porque tú, Martín, para nosotros eras una persona muy especial, muy amable. Sentimos en
nuestro corazón mucha pena".
"Tú eres el mejor cura que hemos
tenido. Te mereces lo mejor por todas las cosas buenas que
has hecho".
"Vamos a seguir tu ejemplo y
esperamos llegar a ser tan buenos como tú"
"Has ayudado a muchas personas.
Eras amable, educado, simpático, bueno, maravilloso. espectacular . . ."
"Todos te queremos y te mandamos un montón de besos."
Las niñas Paula Gómez Sancho e Isabel
Moral Sancho,
y todas las personas de su parroquia
y todas las personas de su parroquia