La
misa, celebrada a las 19:30, estuvo marcada por un ambiente de alegría y
esperanza, en el que se entremezclaban la emoción de la despedida con la
ilusión del nuevo camino que emprende Richi. Don Mario Iceta, en su homilía,
destacó la valentía y generosidad del sacerdote al responder a la llamada
misionera, recordando la importancia de llevar el mensaje del Evangelio a todos
los rincones del mundo. Asimismo, pidió a los presentes que acompañaran a Richi
con sus oraciones en esta nueva etapa.
Richi,
visiblemente emocionado, agradeció el apoyo y el cariño recibido, tanto de la
Archidiócesis de Burgos como de la comunidad parroquial. Expresó su ilusión por
comenzar su labor pastoral en San Ramón y se encomendó a las oraciones de
todos.
La
celebración acabó con una Acción de gracias de la Delegada de Misiones, que agradeció al Señor el don de cada
uno de los misioneros y misioneras de la Archidiócesis de Burgos. En especial a
Richi por su trabajo misionero en la Delegación de Misiones, durante todos
estos años. “Gracias por tu disponibilidad, creatividad y poner música a
nuestros encuentros, te vamos a echar de menos. Te deseamos lo mejor en esta
nueva etapa del camino”.
¡Gracias Richi por ser
parte de esta gran historia! Gracias también por aquellos/as que desde los
distintos lugares de nuestra Archidiócesis supieron oír la llamada de Dios y
salieron al encuentro de otros hermanos en otros lugares del mundo.
Gracias D. Mario por
acompañarnos en esta celebración, a la parroquia de San Martín de Porres por su
acogida, que siempre ha sido un lugar de referencia para nuestro querido Richi,
y a todos los que hoy, en este día tan especial para él, nos habéis acompañado.
Al acabar la celebración
fuimos invitados a ser “misioneros de la esperanza”, como San Francisco de
Asís, así lo describe el Papa Francisco, y poner en nuestra vida diaria el lema
del DOMUND de este año: “Id e invitad a todos al banquete”
La
ceremonia concluyó con un ágape fraterno en el que los asistentes pudieron
despedirse personalmente de Richi y desearle lo mejor en su misión. Su partida
supone una gran pérdida para la Archidiócesis de Burgos, pero al mismo tiempo
es un testimonio vivo del compromiso de la Iglesia con la misión
evangelizadora.
Maite Domínguez Sánchez
Delegada Diocesana para las Misiones