Desde una de las diez diócesis de Honduras, San Pedro
Sula, manda su felicitación navideña, Mons. Ángel Garachana Pérez,
misionero claretiano. Hace unos días este misionero burgalés
publicaba una carta en la que expresaba su dolor, tristeza y
preocupación por la situación social y política que vive Honduras,
pero, ante la Navidad, siempre renace la esperanza:
“Queridos familiares y amigos:
Les escribo desde Honduras. También
aquí es Navidad. Nada, ni la crisis política, ni la violencia, ni la
inequidad social, ni las divisiones y odios… pueden eliminar el
Acontecimiento único e irreversible del nacimiento de Jesús, el
Salvador, el Cristo, el Señor.
Nadie
nos puede robar el amor de Dios manifestado en el nacimiento de
Jesús, la Palabra eterna que estaba junto al Padre, ‘se hizo carne’
y puso su casa entre las nuestras.
Yo
quiero celebrar este nacimiento con agradecimiento sentido, con
alegría desbordante, con amor contemplativo, quiero acoger con fe al
Niño y pedirle que me transforme en Él. Que me pacifique ya que Él
es nuestra Paz, que me ilumine pues Él es la Luz, que me libere de
toda esclavitud pues es mi Salvador, que me haga pobre pues fue
acostado en un pesebre. Así podré soñar y desear, pedir y construir
una familia hondureña pacífica, justa, solidaria, amorosa, creyente
y esperanzada.
El
nacimiento de Jesucristo es para mí causa de gozo, de felicidad, de
ganas de vivir y de ser mejor. Y deseo que la Navidad sea también
para ti, para ustedes, tiempo de bendición, de alegría renovadora,
de felicidad compartida, de consuelo cordial, de esperanza a toda
prueba… porque Dios, en el nacimiento de Jesús, se ha abajado hasta
compartir nuestra condición humana para hacernos partícipes de su
condición divina.
Mons. Ángel Garachana Pérez, CMF, Obispo de San Pedro
Sula.
OMPRESS-HONDURAS (22-12-17)