En Manila, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados tienen una residencia para 103 ancianas residentes. Allí trabajan dos misioneras españolas, Fátima Benito Santamaría una burgalesa que lleva 12 años en Manila; e Inmaculada Campano Alonso, una joven leonesa que llegó a Filipinas en 2014. Las ancianas que viven en la residencia llegan con historias muy diversas: algunas han sido rescatadas de las calles por las religiosas y otras habían sido abandonadas en hospitales o parroquias. El día en la residencia de las Hermanitas comienza con la Misa, algo que «las ancianas aprecian mucho». El objetivo de las misioneras es que los ancianos sientan la misericordia de Dios a través suyo.
En Cebú, la cuna del cristianismo en Filipinas, tiene la casa una comunidad Misionera Verbum Dei. La hermana Lupita Granados explica que su carisma es la evangelización y formación de los laicos. De hecho, desde el interior de una empresa, nos presenta a un grupo de cristianos que se reúne para reflexionar sobre la vivencia de la fe en el mundo del trabajo. La fe entra también en un Centro Comercial, donde la comunidad Verbum Dei tiene una capilla. La misionera explica que en Filipinas hay una fe popular que necesita ser formada. En una antigua escuela de Jesuitas, Verbum Dei lleva ahora una «escuela de apóstoles» y demuestra que cualquier persona puede serlo.
En un barrio de Filipinas, el escolapio Jesús Lacarra Hernández, ayuda a los indígenas aetas, que emigraron allí desde las montañas de Luzón tras la erupción del volcán. Nacido en Funes y después de 36 años como misionero en Japón, este misionero navarro se encuentra desde hace 23 años en Filipinas. Con su fundador, san José de Calasanz, este misionero casi nonagenario dice que ha «encontrado la manera de servir a Dios en los niños, y no la dejaré por nada del mundo». De las montañas, el misionero baja a los famosos squaters de Manila, barrios donde viven las personas más pobres en míseras casas asentadas sobre aguas residuales y terrenos que ni siquiera son suyos. El misionero se despide diciendo que «la gente vive con poco, pero es feliz».
Esperanza Estades Sáez es una misionera Idente natural de Burgos que lleva dos años en Manila. La comunidad Idente trabaja con jóvenes que organizar actividades para los niños de la calle. Los Identes quieren transmitir a la humanidad que «todos somos hijos de Dios», y «amar y restaurar a la juventud, que a veces se nos escapa de las manos». La droga, el sexo, la bebida, «las maquinitas»… hacen que la presencia de los misioneros sea necesaria para mostrar otro modo de vivir. Esta burgalesa con 56 años de misionera dice que recibió «la puntilla» cuando una compañera le preguntó si quería ser santa. Además de los jóvenes, los misioneros Identes se ocupan también de los más desfavorecidos en un barrio periférico, donde ofrecen formación espiritual e integral a los niños y las madres.
Misioneros por el Mundo es un programado realizado por TRECE TV en colaboración con OMP. Este sábado 20 de octubre, debido a la retransmisión de la Misa de beatificación del jesuita Tiburcio Arnaiz (que TRECE TV realizará en directo desde Málaga), el programa Misioneros por el Mundo retrasa su horario habitual hasta las 13:00 horas. La redifusión se hará en su horario habitual, los martes a la 11:40 horas. El programa también se puede seguir en directo on line en este enlace. Y, tras su emisión, en la web del programa.
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