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Unas Iglesias en el Camino de la Conversión pastoral-Misionera

Introducción

P. Mario Jabares, O.P.

Objetivo del simposio: buscar aplicaciones pastorales de la Exhortación Postsi-nodal Evangelii Gaudium. Ésta es fruto maduro de una reflexión que Jorge Mario Begoglio lleva adelante desde hace mucho tiempo. En la exhortación se expresa un contenido con «contenido programático y consecuencias importantes». Todas las comunidades busquen ponerse en camino de una conversión pastoral y misionera, que no dejen las cosas como están. Ya no sirve una simple administración, sino que es necesario en la Iglesia edificarse en un estado permanente de misión. De ahí la misión que el Papa nos hace de ser audaces y creativos.

La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: que la pastoral sea más misionera, que coloque a los agentes pastorales en actitud constante de salida. Se trata de aportar todo eso para apartar lo que es caduco, de modo que la Iglesia se convierta cada vez más cercana y acogedora. Así se entiende la conversión pastoral para y desde la misión.
La conversión pastoral vive de una lógica que la antecede: la Iglesia existe por-que tiene una misión que cumplir desde la Pascua y Pentecostés. Ella no puede sino anunciar este evangelio, esta Buena Noticia, a todos los pueblos de la Iglesia. La Igle-sia en salida, desde el proceso de conversión pastoral, debe convertirse ella misma antes de salir hacia los demás.
Unas Iglesias en el camino de la conversión pastoral-misionera

Charla de Roberto Calvo Pérez (Director del Instituto de Misionología de Burgos)

Planteamiento

«Nuestra época –de mutación rápida, de cambio cultural (fermentos filosóficos y condiciones sociológicas diferentes de cuanto la Iglesia había moldeado hasta ahora)– exige una conversión de formas «tradicionales» que va más allá de los planes de adaptación o de «aggiornamento», y que supone más bien una nueva creación. No es suficiente mantener lo que ha habido hasta ahora, adaptándolo; es preciso construir lo nuevo» 

Veremos en esta ponencia cómo puede y debe ponerse en práctica esta nueva creación de la que habla Congar. En la misma línea, también el Papa Francisco nos exhorta: 
«Lo que trataré de expresar aquí tiene un sentido programático y consecuencias importantes. Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están» (EG 25).

1. Aproximación a una fórmula fecunda: «la conversión pastoral»

  •  Aclaraciones previas

Tenemos que tomar en cuenta la dimensión personal y la dimensión comunitaria. Debemos aunar la conversión pastoral con la conversión personal. Ahora trataremos de la pastoral, dando por supuestas las anteriores. Las acciones pastorales han de interrogarse sobre su renovación. «Además de evangelizar, la Iglesia tiene que evangelizarse» (Pablo VI, EN 15).

  • . El origen de esta expresión

La Iglesia pecadora semper reformanda esta sería un aforismo acuñado entre la patrística y la edad Media. Ecclesiam Suam (Pablo VI) habla de un anhelo impaciente de renovación. En el decreto sobre el ecumenismo aparece, en el número 6, el texto fundamental. IV Conferencia del CELAM en 1962: La nueva evangelización exige la conversión pastoral de la Iglesia, conversión coherente con el Concilio, que lo toca a todo y a todos: las relaciones, los dinamismos… Ha de hacer más evidente la función sacramental de la Iglesia en el mundo como medio de salvación. El documento de Aparecida (CELAM) nn. 365, 372 (ap. 7.2) también lo utiliza.

  •  Insertos en una Iglesia santa y pecadora

La santidad de quien sustenta la Iglesia, Cristo, permanece incólume a pesar del pecado de los hombres que la integramos. La Iglesia peca ahora y se halla en estado de pecaminosidad. Los protestantes desconocen el aspecto objetivo de la santidad de la Iglesia, poniendo el acento en la pecaminosidad. Se puede decir que la Iglesia es santa y pecadora; santa en cuanto a su destino, y pecadora cuando no es fiel a este objetivo. Pero el pecado está en ella como un parásito, no en el sentido de que todo lo que ella hace es pecado o está tocado por el pecado.

2. La conversión pastoral desde la sacramentalidad eclesial.

La conversión pastoral es necesaria para que la Iglesia se muestre más límpida ante el mundo.

  •  Ni naturalismo ni espiritualismo pastorales

Nada de quietismo pastoral. Dios necesita mediadores. Pero tampoco podemos caer en el naturalismo (pensar que por hacer muchas cosas va a funcionar todo mejor). Dios es el protagonista principal de la «película» pero las personas concretas somos los «co-protagonistas» o protagonistas secundarios.
Criterio teándrico o de la encarnación. Así como al explicar la realidad humana de la encarnación se han dado muchas herejías; así también en la pastoral se pueden dar herejías (extremismos), y estos son el quietismo y el naturalismo.
Recurrimos para explicarlo a la realidad sacramental de la Iglesia. La Iglesia es Misterium Sacramentum. Contribuye a la prosecución de la salvación, aunque no la monopoliza. Como sacramento, la visibilidad de la Iglesia debe hacer cercano y tangible el misterio de Dios. Dios no puede quedar en una idea, sino que tiene que manifestarse en realidades concretas.
El otro lado de la sacramentalidad de la Iglesia implica que la Iglesia es como la luna: a veces proyecta mucha luz; otras veces, pocas; otras veces, nada. La Iglesia no tiene luz propia. Por eso la pastoral ha de vivir de un criterio sacramental: la Iglesia no puede liberarse de su institucionalidad, quedando reducida a un mero espiritualismo; tampoco puede permanecer en la institución externa, renunciando a lo que ésta debe manifestar.
Problema serio que precisa de opciones pastorales claras. ¿Cómo se ha de mos-trar la Iglesia como sacramento de la luz, que es Cristo? Las estructuras son necesarias pero no son lo único y exclusivo de la Iglesia. Las estructuras encuentran su razón de ser desde la pastoral y la misión y no viceversa. En Christus Dominus se dice que «las curias tienen que adquirir su esencia desde la misión».

  •  De la sacramentalidad eclesial a la credibilidad pastoral

PDV: en nuestros días se necesita una acción actual creíble y eficaz. Pablo VI se pregunta también cómo podría ser esta evangelización eficaz, refiriéndonos a eficacia cualitativa, no cuantitativa. Aun así también la cantidad es un criterio a tener en cuenta.

3. Los criterios fundamentales que reclaman una conversión pastoral

  •  La renovación/reforma eclesial

Esta reforma se ha de dar a la luz del Evangelio. Lo dice UR 6, texto retomado por Papa Francisco en EG 26.
«Puesto que toda la renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fideli-dad a su vocación, por eso, sin duda, hay un movimiento que tiende hacia la unidad. Cristo llama a la Iglesia peregrinante hacia una perenne reforma, de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene siempre necesidad hasta el punto de que si algunas cosas fueron menos cuidadosamente observadas, bien por circunstancias especiales, bien por costumbres, o por disciplina eclesiástica, o también por formas de exponer la doctrina —que debe cuidadosamente distinguirse del mismo depósito de la fe—, se restauren en el tiempo oportuno recta y debidamente.
Esta reforma, pues, tiene una extraordinario importancia ecumenista. Muchas de las formas de la vida de la Iglesia, por las que ya se va realizando esta renovación —como el movimiento bíblico y litúrgico, la predicación de la palabra de Dios y la catequesis, el apostolado de los seglares, las nuevas formas de vida religiosa, la espiritualidad del matrimonio, la doctrina y la actividad de la Iglesia en el campo social—, hay que recibirlas como prendas y augurios que
felizmente presagian los futuros progresos del ecumenismo».
La reforma pastoral de la Iglesia no le viene de su renovada referencia al mundo. La renovación cristiana pretende la renovación de lo cristiano; no se trata de sustituir lo cristiano por algo diverso y mejor. Pero como lo cristiano subsiste sustancialmente en la Iglesia, entonces necesita la renovación de la Iglesia a su primitiva fuerza y pureza. Al hablar de reformas en la Iglesia, tengamos en cuenta que las hay verdaderas y falsas. Para que sea una reforma verdadera tiene que estar en sintonía con el evangelio y en continuidad con el pasado. No se hace tampoco justicia a la tradición idolatrándola o imitándola servilmente. «Aunque la Iglesia se viera reducida a un pequeño rebaño, lleva consigo la esperanza del mundo. Maltratada continuamente por nosotros –de dentro y de fuera– parecería que está agonizando, pero siempre está renaciendo» (De Lubac).

  •  La conversión al Reino de Dios

Iglesia y Reino no se identifican pero tampoco son magnitudes independientes o inconexas. La Iglesia está al servicio del Reino pero no como algo externo. La Iglesia existe en relación con el Reino. La relación por tanto se ha de expresar en formas dinámicas. El Reino irrumpe en el mundo dinámicamente, pero no alcanza su consumación definitiva, por eso la Iglesia está llamada al servicio del Reino de Dios, hacerlo crecer, hacerlo cada vez más Reino de Dios. Así se concibe la acción pastoral: como un servicio al Reino de Dios. Distinguir entre Iglesia y lo que es por ella simbolizado sacramentalmente. Además la Iglesia no agota la significatividad y el servicio al Reino, sino que hay otras realidades humanas que manifiestan la llegada y la presencia del Reino. Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios.

  •  Una pastoral nueva mediada en el mundo

La Iglesia no siguió por el camino de los Syllabi de Pío IX y Pío X. La Iglesia es-taba demasiado apegada al pasado. Según la Iglesia que se tenga de mundo se concibe una pastoral de un tipo o de otro tipo. La Iglesia no puede mirar al mundo desde fuera, como espectadora… La Iglesia al hablar del mundo no habla de algo distinto de sí misma; no es del mundo pero está en el mundo; en ese mundo a quien debe predicar el evangelio. Por eso hablamos de inculturación y contextualización. La conversión pastoral es para que las Iglesias locales se conviertan en Iglesias en misión, sean más misioneras, porque la pastoral, la conversión pastoral nos ha de llevar a todos nosotros con una opción misionera capaz de transformarlo todo.

4. La conversión pastoral para unas iglesias locales en misión

  •  Edificar nuevas iglesias desde unas iglesias en misión

Datos importantes donde las Iglesias van descubriendo y perfilando su capacidad misionera. Al igual que toda ciudad fue fundada por un extranjero, toda misión fue fundada por un misionero anónimo que evangelizó con obras y palabras.

  •  Iglesias en conversión desde y para la misión

RM da un gran protagonismo a la identidad misionera de cada iglesia local: por eso las iglesias han de vivir en conversión desde y para la misión. Hay una misión que realizar y por eso surge la Iglesia, para llevarla adelante.

  •  Criterios a desarrollar desde y para la conversión pastoral-misionera

- Cada Iglesia debe sentirse llamada a la misión. Experimentando lo mejor de sí misma, ha de vivir siempre desde Pentecostés. Por eso ha de desarrollar una misión que desarrolla la catolicidad como eclesiogénesis en sí misma. Ha de ser misión universal, global y mundial.
- Todo sujeto misionero debe conocer al mundo como es. Nada le puede parecer indiferente. Nihil humani a me alienum puto (Horacio).
- Contextualización de la evangelización. La idiosincrasia de cada pueblo ha de ser criterio de evangelización.
- El grado de entrega misionera va acorde con el grado de fe. El grado de com-promiso con la misión universal, va unido al grado personal de fe y a la adultez de la fe de cada iglesia local.

5. Perspectivas para dinamizar la conversión-para-la-misión

  • Una pastoral más pneumatológica

La Iglesia vive en permanente Pentecostés: desde los gozos y las dificultades de los hombres, el Espíritu Santo es el protagonista de toda evangelización. El primado es de Dios que nos impulsa con la fuerza de su espíritu.

  •  Un método teológico-pastoral adecuado para el discernimiento

El método es el camino hacia, no las técnicas. Una pastoral ha de discernir el kairós, el signo de los tiempos, acogiendo los criterios tanto de la Iglesia como de las ciencias humanas; y va renovando las praxis para que éstas sean significativas. Esta-mos ante el discernimiento evangélico-sinodal.

  •  Convertirse al futuro desde un proyecto en misión

No hablamos de programas (necesarios) pero más bien de proyectos. El proyecto mira al futuro, el programa trata de adaptarlo a la dinámica praxiológica concreta. Una programación eficaz pastoral no se limita sólo a la urgencia del presente, sino que ha de preparar el futuro. Para ello hay que deshacer las estructuras caducas que no llevan con eficacia al proyecto misionero marcado por el Espíritu Santo.

  •  Pertenencia y sinodalidad desde las iglesias locales

Desde una Iglesia de bautizados, todos tienen un papel en el discernimiento. Es-tamos ante la sinodalidad como experiencia real de pertenencia.

  •  Hacer menos acciones y con más sentido

No es lo importante la cantidad de actividades que se programan y se realizan, sino el espíritu con el que se realizan y la capacidad de ahondar en el misterio de Cristo y en la experiencia personal que cada bautizado hace de la salvación del Señor en su vida personal y en sus problemas concretos. La evangelización debe ser una respuesta realista de la Iglesia a las necesidades reales de los bautizados. 

Conclusión

Antonia Scarpati: 
«Una reforma estructural no es un aumento del proselitismo para recuperar los fieles que abandonaron la Iglesia, sino […] dejar atrás las estructuras caducas para ir al encuentro del Reino. Aprender a reconocerlo donde se da y ayudar humildemente a su reconstrucción. Dejar que los muertos entierren a los muertos, que las antiguas estructuras se declaren a sí mismas difuntas. Dios no es Dios de muertos sino difuntos, y él hace nuevas todas las cosas con el Espíritu que sopla donde quiere».
La acción paradigmática que la Iglesia debe llevar a cabo: dejar abierto el camino a la acción del Espíritu. Se impone una actitud de escucha, de auténtica contemplación.

Preguntas

Lo que es la misión para nuestra Iglesia. No entendemos demasiado bien la misión con lo que vivimos en España.
Evangelización equivale a misión. Hay que resaltar el carácter específico de la misión ad gentes. Ahora se habla de la misión ad gentes y de la inter gentes. La primera significa salir geográfica o existencialmente. La segunda –inter gentes– se refiere a la evangelización entre los que ya están bautizados.
RM 33 de Juan Pablo II: 
«Las diferencias en cuanto a la actividad dentro de esta misión de la Iglesia, nacen no de razones intrínsecas a la misión misma, sino de las diversas circunstancias en las que ésta se desarrolla. Mirando al mundo actual, desde el punto de vista de la evangelización, se pueden distinguir tres situaciones.
En primer lugar, aquella a la cual se dirige la actividad misionera de la Iglesia: pueblos, grupos humanos, contextos socioculturales donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan comunidades cristianas suficientemente maduras como para poder encarnar la fe en el propio ambiente y anunciarla a otros grupos. Esta es propiamente la misión ad gentes.
Hay también comunidades cristianas con estructuras eclesiales adecuadas y sólidas; tienen un gran fervor de fe y de vida; irradian el testimonio del Evangelio en su ambiente y sienten el compromiso de la misión universal. En ellas se desarrolla la actividad o atención pastoral de la Iglesia.
Se da, por último, una situación intermedia, especialmente en los países de antigua cristiandad, pero a veces también en las Iglesias más jóvenes, donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio. En este caso es necesaria una ‘nueva evangelización’ o ‘reevangelización’».
España es país de misión, sí: hay nuevos ámbitos de evangelización de personas que no están cercanas a la fe; pero al mismo tiempo no podemos comparar con lo que pasa en otros sitios. Si vemos demasiado claro que España es país de misión, al final vivimos en la autorreferencialidad.
¿En qué consiste la novedad de la evangelización en lugares ya evangeliza-dos?
En cada lugar hay que poner el acento en una cosa. En Asia está el ámbito de diálogo interreligioso; en América Latina puede ser la prioridad de los pobres… Cada iglesia tiene su gran reto de cara a la evangelización. Hay que hacerlo y hacerlo de modo sinodal.

Día 4 de Marzo - Primera Charla de la Mañana
Apuntes de la Charla de Roberto Calvo Pérez
Director del Instituto de Misionología de Burgos