ÁFRICA/TOGO - “Estamos nuevamente confinados, pero es imposible respetar las medidas sanitarias”: un misionero de la diócesis de Sokodé
SG
Kolowaré - “Toque de queda de 18.30 a 5.00 de la mañana y de nuevo cierre de los lugares de culto. Además, vuelve el confinamiento en las ciudades de Adjengré, Sokodé, Tchamba”, escribe a la Agencia Fides el padre Silvano Galli, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas, desde Kolowaré.
“Se han encontrado nuevos focos en la zona y se están haciendo grandes esfuerzos para circunscribirlos, combatirlos, con los medios disponibles. En Kolowaré, hace unos días, también se registró un caso en el Dispensario” - escribe el misionero-. “Para llevar al paciente al hospital de Sokodé, lograron arreglar una motocicleta y partieron, acompañados del médico. Después de unos diez kilómetros, llegando al cruce de Yelivo, el paciente saltó del vehículo y desapareció entre la maleza. No quiso hacer la cuarentena, porque se la debe costear el paciente”, explica.
El padre Silvano informa que en Kolowaré es difícil, casi imposible, respetar las medidas sanitarias vigentes. “Todos los sábados voy al mercado: casi nadie lleva mascarilla y, ¿cómo se puede mantener la distancia o higienizarse las manos en un lugar lleno de gente y mercancías? Paso entre la gente, los saludo, bromeo con ellos, tomo algunas fotos. Mujeres vendiendo, un niño dormido, otros tendidos en medio de las mercancías. Y luego los funerales y bodas en un escenario tradicional. Hay medidas de precaución precisas, pero, ¿cómo hacer las ceremonias espaciadas, sin estar cerca, sin tocar, sin bailar? Esto es lo que parece haber sucedido en Sokodé, el pueblo cercano. Por eso suceden nuevos contagios con todas las consecuencias: encierro, cierre de lugares de culto, toque de queda”.
“Todo el equipo de la Cáritas diocesana, formado por 8 personas, acudió aquí el sábado 22 de agosto. Con dos vehículos, al son de música y canciones, los voluntarios recorrieron el pueblo y el mercado invitando a todos a tomarse en serio las medidas propuestas, proporcionando información práctica, en kotokoli y francés. Por último, pasaron a la misión. Además de animación y sensibilización en materia sanitaria, también vinieron a traer material para el grupo de mujeres que trabajan la yuca y ver el trabajo realizado. A pesar del Covid, la vida continúa”, concluye el p. Galli.
(SG/AP) (Agencia Fides 1/9/2020
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