TIEMPO DE COSECHA
En Tailandia es tiempo de la cosecha de arroz. Mucha es la lluvia y el calor que cada planta ha recibido hasta formar la espiga madura de arroz.
Y renace la alegría: “la tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor, nuestro Dios” (salmo 66).
En mayo fui destinado a unos pueblos del nordeste de Tailandia, en la ribera del Mekong.
Hace más de un siglo unas familias de Laos “cruzaron a la otra orilla” para asentarse en
nuevas tierras. Con ellos vino la semilla de la fe que creció al ser cuidada y compartida.
Su fruto tiene el sabor peculiar de la zona. Soy testigo asombrado de la acción del Señor para valorar y agradecer.
Su fruto tiene el sabor peculiar de la zona. Soy testigo asombrado de la acción del Señor para valorar y agradecer.
Solo se descubre todo el arroz que hay, al meterse en el arrozal, pues a veces los hierbajos y cizañas ocultan no pocas espigas a los ojos del que se queda al margen.
Cómo no renovar la alegría confiada en el Señor “del arrozal” que cuida de la tierra, la riega
y la enriquece sin medida y con entusiasmo volver a preparar terreno donde nuevas semillas
darán su fruto.
José María Rodríguez Redondo
Diócesis de Burgos. Diócesis de Udon Thani (Tailandia)